Una verdad incómoda de Al Gore (la película) por Ignacio Jordi Atienza

     “Hola, me llamo Al Gore, y solía ser el próximo presidente de los Estados Unidos”. Así comienza Al Gore su conferencia-espectáculo sobre el calentamiento global, que ha dado ya varios miles de veces en lugares de todo el mundo. Astuto (y escaldado) como un zorro, el político demócrata da así un hábil golpe de timón con el que: a) se anticipa a críticas, marrullerías y comidillas en voz baja, b) deja clara su postura acerca de un tema por otra parte liquidado, y c) se desplaza rápidamente al centro de la cuestión. Y qué cuestión.

Paralelamente a su actividad política, Gore ha estado desde la adolescencia interesado en el fenómeno del calientamiento global, y la película da cuenta de su lucha por denunciar unos hechos que, en lo esencial, no son mucho más complicados que decir dos más dos son cuatro, pero que han encontrado y encuentran la resistencia de un ejército de incomprensibles partidarios del tres con cinco o el dos coma ocho. Partidarios sin embargo cada vez más desacreditados, ya que cada vez más basta con mirar por una ventana para cerrarles la boca.

Las charlas de Gore siguen la vieja receta de la medicina amarga de la lección envuelta en el azúcar de la diversión, y no escatiman recursos para hacer llegar su mensaje por las vías más diversas: dibujos animados, fotos fijas, animación en 3D, gags, artilugios. Esta idea del “show business”, tan querida a la mentalidad norteamericana, resulta en ocasiones algo excesiva para un europeo, pero, al margen de consideraciones culturales, el hecho es que resulta efectiva. Uno sale de la película tocado en la fibra más íntima, y capaz de explicar a cualquiera que se interese el núcleo del problema climático en cinco minutos de conversación.

Sobre los escalofriantes datos que se dan prefiero no extenderme demasiado ya que Gore lo cuenta mejor, pero quisiera recalcar que Una verdad incómoda es una película que da mucha paz. La situación es complicada, es cierto, pero uno sale del cine sabiendo por fin lo que hay, diferenciando por primera vez netamente los hechos de la ficción. El calentamiento global deja de ser un oscuro y huidizo fantasma apocalíptico que pende sobre nuestras cabezas y sobre el que es mejor no pensar demasiado. Pende sobre nuestras cabezas, sí, pero obedece a leyes de causa y efecto bien definidas y sobre las que por tanto se puede intervenir: cada uno, cada hora. Y este es el segundo motivo por el que la película es esperanzadora.

Si algo no se puede negar a los estadounidenses es su carácter eminentemente pragmático a la hora de encarar los problemas, y por eso la película no cierra con romanticismos melancólicos y rasgar de vestiduras, sino con una “lluvia de ideas” que pone a la mente a trabajar. ¿Qué se puede hacer? En la mejor tradición de un Emerson o un Thoreau, Gore hace un llamamiento a la población civil y pide la creación de una “red de conocimiento”.

 Todos tenemos un área de influencia, todos podemos hacer algo por difundir esta verdad tan incómoda (o inconveniente, en una traducción más literal que no sería mala). Y jamás los requisitos de un llamamiento fueron tan generosos: incumbe a cualquiera que habite en cierto planeta azul, cerca del sol, según se viene a mano izquierda. Cuando la película salió en Estados Unidos, un crítico dijo: “si sólo puede ver una película este año, que sea esta”. Yo no puedo estar más de acuerdo. Y para acabar, una anécdota personal: en la sesión a la que yo asistí, con toda la audiencia estremecida, hacia la mitad de la película se escuchó a una señora roncar plácidamente.

Tal vez los dibujitos animados y los gadgets no sean en el fondo tan mala idea. Ignoro si el día de la tal señora había sido muy duro, pero de lo que no me cabe duda es de que su nacionalidad no era norteamericana. ¿Qué fuiste a ver, querida?/No sé, era algo de una Humanidad y un planeta. No me acuerdo muy bien cómo terminaba.

Ignacio Jordi Atienza

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6 respuestas to “Una verdad incómoda de Al Gore (la película) por Ignacio Jordi Atienza”

  1. alex Says:

    muy buen comienzo “Hola, me llamo Al Gore, y solía ser el próximo presidente de los Estados Unidos”. y muy buen documental

  2. flotis Says:

    Para los que no hayan visto la pelicula se la resumire:
    Primero el «revendo» Al Gore nos acojona muchisimo con todas las desgracias que vamos a sufrir, seguidamente nos dice que nosotros somos los culpables «pecadores» merecedores de dichas desgracias, pero que nos podemos salvar si hacemos lo que el nos dice y rezamos a Dios.
    The End

  3. Waldo Art Says:

    Pues hombre Flotis, que quieres que te diga…

    Yo creo que Al Gore es un tipo habilidoso y muy inteligente pero sobre todo, no nos olvidemos de ello, alguien con mucho talento y con muchos recursos (de todo tipo y condición).

    Al final es como casi todo en esta vida humana:

    1º- Depende del cristal con el que se mire y,
    2ª- Depende de si, el que opina, está bien, regular o mal.

    Saludos.

    Waldo Art
    El Blog del Cine
    https://elblogdelcine.wordpress.com/

  4. The ciniq Says:

    muy buen texto!!!
    me gusto
    pasate por mi blog si tenes ganas
    http://theciniq.wordpress.com

    cambiemos links

  5. paolo Says:

    Hola Gente Linda, donde puedo bajar esta pelicula, escuche mucho de ella pero no la puedo descargar por ningun lado, si alguien sabe en que pagina se encuentra, agradeceria pasarme el dato, muy amable, y Dios le Bendiga.

  6. anto Says:

    vi la pelicula es muy buena y qede traumada espero qe algor
    sea presidente de los estados unidos ya qe este siendo una de las potenvias mas grande podria evitar un desastre mundial sisisisis 🙂 eso xauu visiten http://www.fotolog.com/parentexlove


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