Una apenada crítica de Babel, de Alejandro González Iñárritu, por Francisco Cenamor

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Tenía ganas de ver la película Babel, de Alejandro González Iñárritu, sinceras ganas. Los comentarios y críticas me atraían. Y allí me puse a verla. Empecé a disfrutar con una buena historia, una dirección artística admirable, una fotografía excelente. Desde luego profusión de medios y muy bien empleados. Las interpretaciones, magníficas, sobre todo las de los más jóvenes.

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Una bella y humana historia creada a partir de tres historias, personas reales con sus ilusiones, esperanzas y desgracias. Hasta la forma un tanto surrealista de ponerse en contacto las tres historia me estaba gustando. Reminiscencias de sus películas anteriores hay a montones.

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Pero poco a poco, el guión (maldito guión, con lo bien que iba todo) se empieza a meter en una mera acumulación de desgracias, algunas rozando el paroxismo, que no tienen ningún sentido, absolutamente desconectadas de la realidad en una película que empieza con grandes visos de realidad. La ruleta de las desgracias se hace interminable y uno desea salir de allí, ¿por qué?: porque la vida no es tan lineal, y desde luego, no tan determinista como aparece en la película. El guión es un círculo perfecto que todo lo explica, pero como pasa siempre con estas formas de mostrar la realidad, el círculo hace aguas y resulta que la vida no se puede representar por un círculo, ni por una línea recta, ni por ninguna otra forma geométrica. Me cabreé mucho. Iñárritu lo tenía ahí, al alcance de su mano, una obra maestra, y la cagó en el guión.

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En general me pasa esto con este autor: sus historias son muy emocionantes al principio y poco a poco se me van cayendo y dejan de interesarme. Tal vez debería pensar en hacer películas más cortas, consejo que extiendo a todos los autores, olvidándose de una vez del metraje comercial exigido por las salas. Yo no pago por estar una hora treinta minutos o dos horas en una sala de cine, pago por ver una película.

 

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Y espero que este declinar de sus películas no se traslade también a su carrera, pues disfruto mucho con las mitades de todas sus películas, en especial, claro, Amores perros.

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Links relacionados:

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Trailers de Babel en la Web de Apple Quicktime.

Crítica de Babel en el Blog Celuloide.

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Francisco Cenamor

Coeditor de El Blog del Cine

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